La conciencia de la sociedad sobre la conservación y preservación del medio ambiente exige hoy como tendencia global, una participación activa de las empresas y sus productos frente al problema que ya empieza a dejar grandes huellas de deterioro ambiental: la sustentabilidad en el ciclo de vida de los productos.
La sustentabilidad no solo como principio de conservación sino como estructura de pensamiento empresarial debe llevarnos a identificar en el ciclo de vida de un producto desde su consumo energético hasta la afectación de su desintegración.
El empaque, como parte importante del ciclo de vida exige igualmente cumplir con las características reutilizable, renovable o reciclable y aunque las nuevas tecnologías pueden resolver alguno de estos principios, los mejores empaques están al alcance de la mano, creo!
Ha considerado el tamal como un empaque suficiente a las necesidades sustentables del ciclo de vida? no sólo es orgánico renovable, sino que en contra de los principios de los materiales para empaque, afecta el sabor del producto de manera positiva, un atado de hojas que deja ver y oler el tiempo de vencimiento, un sistema de cocción que no deja escapar una tradición cultural, apilado práctico, su promoción y comunicación es olfativa, al igual que el envuelto de maíz hasta el bocadillo de guayaba en hoja de bijao, un ciclo de vida perfectamente sustentable donde no hay desperdicios. Por todas estas razones el tamal, es mucho más que un empaque orgánico, es la perfecta sustentabilidad.